Y le digo a mi soledad... estamos de vuelta...

"Llevo tiempo que en la casa estoy buscando el pedazo de alma que hace días perdí entre el humo y las colillas de cigarro es dificil de encontrar al que antes fui..."

(Edgar Oceransky)

El frío de esta noche de invierno penetra hasta lo mas hondo de mi ser, mi alma se encuentra acurrucada en esa esquina del cuarto, la única que aún huele a ti... poco falto para que se metiera bajo la cama... duele la frialdad del corazón y la confusión que se apodera de todo pensamiento...

Sobre mi cama, yace el costal de mis recuerdos, aquel donde te guardé a ti, junto con mis sueños y el espejo roto y las plumas de aquellas alas rotas... esta un poco empolvado, pero aún pesa...

he decidido que esta vez lo anudare mas fuerte, con doble nudo, no quiero caer de nuevo en la tentación, no podría soportarlo... aun ahora, que la crisis parece haber cedido, sigo teniendo miedo...

Las notas de cosas como "Ven a Cantar, Los peces en el río y los Pastores a Belén" aún se escuchan a lo lejos, mi padre sigue con la euforia de la Navidad, mientras tanto, yo no puedo dejar de pensarte, mi madre sigue metida en la cocina, como todos los años, mientras yo trato de que el incienso canela logre opacar el olor a pavo relleno, ensalada de manzana y ponche que aun se percibe en el ambiente , las voces de la habitación contigua pertenecen a las niñas, perdidas entre un montón de papel de envoltura navideño, moños rojos y verdes, cajas de regalo vacías, muñecas nuevas... Mi hermano encerrado en su cuarto, hablando con su novia... ojalá que ahí se quede hasta mañana... El último de mis cigarros esta a punto de consumirse y heme aquí, después de no se cuantos días de lucha contra mi misma...

Te he pensado, y he de confesarme, soy culpable de haber escombrado bajo mi cama y haber sacado el costal de los recuerdos y peor aún, de haberlo abierto... y para mi desgracia, haberte encontrado...

"...Nuevamente el llanto se apoderó de mis noches... doce, para ser exactos, aún ahora, las lágrimas no ceden y es como si lloviera sobre mojado, los minutos transcurren en un reloj en el que las manecillas parecen haberse detenido... así es... el tiempo no pasa y hasta pudiera tener tu nombre... ese nombre que no olvido, que me atormenta y me carcome el alma poco a poco...

Y es verdad que no me resulta nada fácil esconder el amor que aún tiembla en mis manos y el aire se torna tan denso y hace que cada vez sea mas difícil respirar...

No es nada fácil dejar de llorar cuando trato de olvidarte y no hago más que recordarte... no sé... será que quizá imagino que de esa manera lograré por fin descubrir el cómo, el por qué, el cuando o el por donde, y así podré darme cuenta de que, después de todo, en ese afán no consigo más que volverme presa del dolor que me provoca el pensar que mi olor ya no forma parte de tu piel, ni mis manos encajan en las tuyas, ni mis alas encuentran su refugio entre tus brazos y tu pecho...

En verdad duele descubrir que tu nombre se grabó en cada rincón del alma y no solo en cada letra de cada palabra escrita...no solo en el espejo, o en la burbuja o en las paredes o la foto
del buró...

Hoy... cuando duele el viento de invierno y la luz opaca de mi luna de fuego...

Cuando no encuentro el camino... y despierto empapada en un sudor frío que me devuelve a la realidad... y me recuerda que ahí, tan cerca, a solo escasos centímetros bajo mi cama esta la respuesta..."

Ahora aquí, a oscuras, en la misma esquina de la misma habitación, con la misma ventana abierta de par en par y un frío que parece nacer desde lo mas profundo de mi ser, miro a lo lejos a mi luna de fuego, fiel a mis noches, aún en estas que hace tanto frío...que bueno que ella no se va...

Ahora aquí, entre el mismo olor a canela y la voz de Silvio resonando en mis oídos, cuando el costal de los recuerdos ha vuelto a su sitio y el ambiente sigue oliendo a "paz y amor"...

Ahora aquí... y yo solo espero que este tiempo haya sido parte del proceso...

Mientras le digo a mi soledad... estamos de vuelta...